La impotencia que ha expresado el Ejecutivo de Mariano Rajoy ante el empeoramiento de los datos macroeconómicos y la subida de paro, hace que dentro del propio Partido Popular se alcen voces discordantes con la línea marcada por el presidente del Gobierno.
La más relevante de todas ellas, y la última en salir a la palestra, ha sido Esperanza Aguirre, hasta hace unos meses presidenta de la Comunidad de Madrid y actualmente líder del Partido Popular madrileño.
Aguirre, que se definió a si misma como un “verso libre” dentro del partido, ha comentado que después de que el Gobierno haya probado varias alternativas para mejorar la situación, basando todas ellas en la subida de la recaudación y la presión fiscal, debería intentar llevar a cabo lo prometido en el programa electoral con el que concurrió a las elecciones.
En este sentido, la líder popular aboga por recortar aún más el gasto público, a la vista de que subir los impuestos no ha permitido aumentar los ingresos de las arcas públicas.
Los recortes señalados por Esperanza Aguirre están definidos claramente en el programa electoral que fue votado, por mayoría absoluta, por un gran número de españoles, y se basan en una profunda reforma, nunca antes vista en España, de las administraciones públicas, un área que para Aguirre está sobredimensionada en nuestro país.
La ex-presidenta madrileña defiende que esta reforma debe ser de amplio calado y dirigida con mano firme, y se cumpliría de este modo una de las recomendaciones que desde la Unión Europea se vienen haciendo a nuestro país desde hace tiempo.
La propia Aguirre ha señalado que “hay una alternativa, y ha llegado la hora de aplicarla: reducir el peso del sector público para que llegue el dinero a empresarios y familias para sacar a España de la crisis“.