De hecho, en los casos que las entidades precisen ayudas, para «minimizar la carga de los contribuyentes» Restoy aboga por el establecimiento de «un marco de conducta homogéneo» en la Unión Europea en el que han de ser los acreedores bancarios los encargados de absorber los problemas e incluso el hundimiento de la entidad. Según sus palabras «esto podría bastar, en principio, para garantizar en muchos casos la resolución ordenada de las entidades de crédito», aunque el subgobernador admitió que, por experiencia, «a menudo» son necesarios fondos «adicionales», defendiendo que no solo deben aportarlo los Gobiernos sino también el sector.
Restoy insistió en que para lograr una unión bancaria «eficaz» la única alternativa reside en diseñar un sistema «común» europeo con la participación de los sectores público y privado, donde solo haya un «margen mínimo para posibles excepciones a nivel nacional», ya que de lo contrario se acabarían promoviendo el arbitraje y las desigualdades. Y destacó la «coherencia y la armonización» como elemento más importante de la unión bancaria (está muy reciente el caso de Chipre aún).
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Fuente: lavozdegalicia