El Parlamento Europeo aprobó ayer un informe sobre sostenibilidad de los sistemas públicos de pensiones en un entorno recesivo, realizado por Ria Oomen Ruijten, eurodiputada conservadora de Holanda.
La Eurocámara apuesta así por un modelo combinado de pensiones que se base en una prestación pública de carácter universal, mejorada por pensiones complementarias que se establezcan en los distintos convenios colectivos y a lo que se sumen los planes de pensiones que hayan contratado los trabajadores durante su vida laboral.
Los europarlamentarios quisieron resaltar la importancia de que el % de la pensión que corresponda a la prestación pública debe permitir a los jubilados tener una calidad de vida adecuada, así como que los planes de pensiones individuales deberían ser utilizados por trabajadores con peores sueldos, autónomos o los que no hayan cotizado lo suficiente para tener derecho a una pensión de jubilación, dejando los planes privados para los trabajadores con mejores remuneraciones y empleos.
El informe deja claro que los actuales sistemas de pensiones en Europa son vulnerables, por el “envejecimiento de la población y la actual crisis económica“, a lo que se suma la entrada tardía de los jóvenes en el mercado laboral y el alto nivel de desempleo, lo que está reduciendo el número total de trabajadores en activo que puedan costear los sistemas públicos de pensiones.
Los datos son claros: en 2008 por cada pensionista había cuatro trabajadores y en 2050 esa cifra se habrá reducido a dos, por lo que desde el Parlamento Europeo, además de lamentar los recortes que se están aprobando en muchos países por la crisis económica, se pretende aumentar las cotizaciones sociales para que las huchas de las pensiones sigan aumentando, apostar por el empleo estable y de calidad y luchar contra la economía sumergida.