Y señores, parece que eso es lo que va a ocurrir empezando por el mismísimo IVA, ese impuesto indirecto que pagamos todos y que el jefe del Ejecutivo ha defendido con tanta pasión como algo intocable tras la subida que experimentó en septiembre de 2012.
Sin embargo, mientras Rajoy mostraba su insistencia de no incrementarlo, el Consejo de Ministros ya había aprobado el aumento de los gravámenes para la adquisición de equipos médicos en hospitales, los productos necesarios para la elaboración de medicamentos y los servicios de notarios y registradores de la propiedad cuando intervienen como mediadores en operaciones financieras. ¡Qué cosas!
En el caso de los equipos médicos para hospitales, se dejará de tributar de acuerdo con el tipo reducido del IVA para hacerlo según el ordinario, es decir, que pasarán de pagar el 10% a abonar el 21%. Los productos utilizados en laboratorios para la elaboración de medicamentos pasarán del IVA superreducido del 4% al 21% ordinario. Y, por último (al menos de momento), los servicios de notarios y registradores de la propiedad y mercantiles que presten fe en el transcurso de operaciones financieras pasarán de tributar del 0% al 21%.
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