Según informa El País, los expertos proponen que la revalorización anual de las pensiones (FRA) se vincule a los ingresos y gastos de la seguridad social, con lo que dejaría de estar ligada a la inflación. En lo que respecta al factor de equidad intergeneracional (FEI), ligaría la pensión inicial de los nuevos jubilados en función del aumento de la esperanza de vida, lo que también supondrá una disminución de las pensiones. Eso sí, este factor tendrá que ajustarse anualmente en función de la actualización en la previsión de esperanza de vida.
Haciendo caso de esta información, el informe también indica, según el grupo de expertos, que la entrada en vigor de esta propuesta de comienzo en 2014, afectando tanto a futuros pensionistas como a los actuales, con distintos grados de afectación.
Leyendo lo publicado en La Razón al respecto, también vemos que confirma el hecho de aplicar la reforma en 2014, con fecha tope en 2019. Además hace especial hincapié en que los posibles incrementos, en caso de haberlos, de las pensiones resultantes de aplicar el factor de actualización de las pensiones a través de los ingresos y los gastos jamás deberán superar el IPC.
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