La Comisión Europea va a proponer hoy mismo el asumir nuevos poderes que la conviertan en la autoridad única de la UE. Una de las funciones que tendría que llevar a cabo sería la de liquidar bancos con problemas graves de solvencia sin tener en cuenta la opinión del Estado miembro donde se halle enclavada dicha entidad.
Si llega a ocupar el cargo, tendría un fondo, prefinanciado con unas tasas impuestas a la banca, destinado a cubrir los costes de las quiebras. De igual manera, sería el garante de aplicar todas las normas ya aprobadas con anterioridad por el Ecofin, para que sean los propios accionistas y acreedores lo que se hagan cargo de las facturas de los rescates y no quieran que lo pague el contribuyente.
El papel que juega esta figura es de suma importancia, ya que pretende destruir el “círculo vicioso” entre deuda bancaria y deuda soberana, completando a su vez las funciones del Banco Central Europeo (BCE) como supervisor único de los grandes bancos de la eurozona. “La propuesta estará cuidadosamente calibrada pero a la vez será ambiciosa con el fin de asumir el reto de construir una unión bancaria completa y convincente, necesaria para la estabilidad financiera y el desarrollo económico”, ha señalado Olli Rehn, vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos.
Por más ventajas que se le supongan a esta figura, siempre hay quien recele y en ese caso se encuentra Berlín, quien piensa que para que de verdad sea una autoridad única, con plenos poderes, habría que reformar los Tratados.
Lo que pretende Alemania es crear esas autoridades, pero a nivel nacional. “Pido enérgicamente a la Comisión que en su propuesta de mecanismo único de resolución sea muy cuidadosa y se ciña a la interpretación limitada del Tratado. Alemania está dispuesta para cualquier cambio en el tratado, pero mientras no lo enmendemos, debemos ceñirnos a la base legal que tenemos o nos arriesgaremos a fuertes turbulencias y eso debe evitarse”, ha avisado Schäuble.
Para terminar, la posición de España al respecto es flexible, según las palabras de Luis De Guindos, es decir, en un principio se podrían aceptar autoridades nacionales, pero hay que recordar que el objetivo “a medio plazo” debe ser crear una “única autoridad de resolución”.