El Banco para la Reconstrucción (KfW), entidad financiera alemana de carácter público, ha prestado 800 millones de euros al Instituto de Crédito Oficial español para financiar pequeñas y medianas empresas de nuestro país. La maniobra, que en condiciones normales no se hubiera realizado al considerar la operación como de alto riesgo, ha podido salir adelante gracias a la garantía del Gobierno alemán sobre el total de la dotación económica del crédito.
El hecho de que el Ejecutivo germano tenga que avalar el préstamo evidencia la poca confianza que se tiene en las empresas españolas sino también en el Gobierno español.
A esta suspicacia sobre la capacidad de nuestras empresas para devolver el dinero prestado, se contraponen las declaraciones realizadas por los titulares de Industria, Economía y Finanzas de ambos países durante la firma del acuerdo.
Así, el ministro de Industria español; José Manuel Soria, comentó que el acuerdo evidencia la credibilidad que merece en el extranjero la economía española y las reformas realizadas para mejorarla. A su vez, el ministro alemán de Economía, Philipp Rösler, incidió en que esta iniciativa era una de las que realiza Alemania para reforzar la estabilidad de la moneda única y el crédito no se concede solo por amistad, sino que hay un verdadero interés económico en invertir en nuestras empresas, ya que España es un importante mercado alemán.
El préstamo del KfW, con un montante total del 800 millones de euros, se realiza por un periodo de diez años, con cuatro ejercicios iniciales de carencia y un interés variable de euribor más 3,7%.
El titular de Economía español, Luis de Guindos, comentó que la cantidad prestada podía llegar a 2.400 millones de euros, ya que los créditos del Instituto de Crédito Oficial tienen una duración media de tres años.