El Banco de España ha hecho público que la deuda de las distintas administraciones públicas españolas aumenta cada día más y al final del primer semestre del año alcanzó los 943.702 millones de euros. Esta ingente cantidad de dinero, cercana al billón de euros, representa más del 90% de nuestro Producto Interior Bruto, por lo que la deuda se ha incrementado en cuatro años un 100%, tomando como punto de partida marzo del 2009, cuando España estaba en medio de la primera recesión de esta crisis económica.
Con todo y con eso, el aumento de la deuda no ha servido para que nuestro país crezca o mejore su situación económica, sino que hemos estado sumidos en una importante recesión, salvo el 0,4% de 2011, un descenso de los ingresos por recaudación fiscal y un éxito muy discutible sobre la contención del gasto público.
Cuando se inició la crisis, la deuda de nuestro país representaba el 36% del PIB y antes de salir de ella ya estaremos por encima del 100%. Sin embargo, los mercados financieros internacionales siguen considerando a España como un país seguro, lejos de la situación que tenían en sus peores momentos Portugal, Irlanda y Grecia y el Tesoro Público, aunque a un coste mayor que otros países de la Unión Europea, puede financiarse sin problemas.
Pero los expertos en economía, junto con las agencias de rating no terminan de confiar en la mejora de la situación española y siguen considerando el bono español a diez años como un producto financiero muy cercano al bono basura.
En cualquier caso, y en vista de la prisa que se dan estas agencias para bajar el nivel de los bonos soberanos y la lentitud que demuestran para mejorar sus expectativas, la actualidad económica española nos habla de una tendencia bursátil al alza y una prima de riesgo en niveles que no se veían desde hace dos años, quedando cualquier evolución relevante de nuestra economía a la espera de las elecciones generales alemanas y los movimientos que realice en Estados Unidos su Reserva Federal.