Los precios continúan subiendo, aunque a un ritmo inferior que en 2012, mientras que los sueldos de los trabajadores siguen su descenso moderado. El Instituto Nacional de Estadística ha publicado los datos del Índice de Precios al Consumo que, en términos interanuales, marca una inflación del 1,8%, al mismo tiempo que los salarios están o congelados o reducidos. Para aquellos privilegiados que han visto aumentar sus retribuciones en 2013, la subida media se cifra en el 0,6%, porcentaje fijado en el último gran acuerdo fijado entre sindicatos y patronal en el marco de la negociación colectiva.
Desde el ministerio de Economía y Competitividad se confía en que la inflación continúe reduciéndose en nuestro país durante los próximos meses, a lo que se une la contención salarial que viene dándose hace tiempo, por lo que la unión de ambos factores tendrá como consecuencia una mejora en la competitividad de nuestra economía frente a los países de nuestro entorno. Fuentes ministeriales, a través de una nota de prensa, aseguraron que la inflación tendrá un mejor comportamiento que en 2012 al no estar influenciada por el aumento en la presión fiscal que realizó el Ejecutivo central el año pasado.
Comisiones Obreras ha insistido, tras conocer el dato de inflación de julio, que esa moderación de los precios no compensa la perdida de poder adquisitivo que están sufriendo las familias españolas, ante la enorme tasa de desempleo y los descensos retributivos que se vienen dando de forma sistemática.
Por su parte, Toni Ferrer, secretario de acción sindical de la Unión General de Trabajadores, ha señalado que la inflación de julio es engañosa, ya que el aumento del recibo de la luz perjudicará el dato del próximo mes de agosto. Algo que comparten desde la Unión Sindical Obrera, organización que ve el 1,8% de inflación como un dato muy elevado para lo que pueden asumir las familias.