A la tesis de Luis de Guindos acerca de la “pequeña flor de invernadero” le están saliendo adeptos, ya que después de cinco años inmersos en la crisis económica y del hundimiento de los indicadores del comercio, los datos de morosidad y de compras de turistas en España han experimentado una tendencia positiva.
Así, según los datos que arrojan los informes del Instituto Nacional de Estadística (INE), los efectos impagados han descendido en términos interanuales y las compras hechas por los turistas han crecido un 18% en 2013. Igualmente, las cifras relativas al consumo demuestran que el número de efectos de comercio comprados a plazos y devueltos por impago cayó un 19,8% hasta los 268.217.
Si hablamos de cifras catalogadas por comunidades autónomas, hay que decir que Cataluña y Madrid han concentrado más de la mitad del total del importe de los efectos comerciales impagados en julio.
Las transacciones de turistas se han comportado de una manera mucho más prometedora, algo normal si nos fijamos en que el turismo a la Península creció un 3,9%. Por su parte, hay que señalar que la patronal atribuye este ascenso a la liberalización de horarios comerciales y habla específicamente del caso de Madrid, donde las ventas se han visto impulsadas un 29%.
Otra de las cosas que ha sido beneficiosa es la creación, prevista en la ley, de las llamadas Zonas de Gran Afluencia Turística, que implica la declaración de todo o parte del territorio como tal y les permite abrir los comercios todos los domingos y días festivos del año. Dependiendo del tipo de turismo que se obtenga se puede implantar en todos los comercios o en los que se dedican a una actividad concreta, como compras, restauración, etc.