El Gobierno va a inyectar 518 millones de euros a Correos en una partida presupuestada para el año 2014 dentro del dinero destinado al Ministerio de Fomento. Esta cantidad tiene que sumarse a los 318 millones inyectados con anterioridad, correspondientes al pago de las deudas del 2011, 2012 y 2013. Fuentes gubernamentales señalan que esta entidad es una de las herencias más envenenadas del gobierno de Zapatero, pues el anterior titular de Fomento, Luis Blanco, no se preocupó de realizar la reconversión tras la caída de la demanda.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy muestra así su deseo de sanear a este gigante empresarial para asegurar sus finanzas y lograr un reajuste que conducirá, posteriormente a su privatización. El Grupo Correos es propiedad del Estado y, según dicen, en ejercicios pasados, el anterior Gobierno dejó impagos en concepto del servicio que se presta al garantizar el envío y la recepción de cartas y paqueterías en aquellas zonas de España que no son rentables para el sector privado.
Esta inyección de cantidad más que considerable es justo lo que se va a destinar a los aeropuertos españoles o el 60% de lo que se va a gastar Fomento en el arreglo de carreteras, es decir, un 8% de su presupuesto total.
En rueda de prensa, la ministra Ana Pastor explicó a qué va a dedicar el dinero de su departamento, ni siquiera mencionó esta partida. La razón de esto radica en que Correos hoy por hoy es responsabilidad de Hacienda, pues su titular, Cristóbal Montoro, la incluyó entre sus haberes, dentro de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Sin embargo, al ser para pagar deudas anteriores, el cargo se hace al Ministerio de Fomento.