Nuestro país creció durante el tercer trimestre del año un 0,1%, tras nueve trimestres consecutivos de contracción, dejando atrás la recesión económica más larga que se ha dado desde el fin de la dictadura. Pero no todo pueden ser buenas noticias, ya que el dato interanual no dice que el Producto Interior Bruto español se redujo, durante ese periodo, en un 1,2%.
La noticia la ha dado esta mañana el Banco de España a través de su boletín económico, confirmando así la lenta mejoría que se viene evidenciando desde que empezó 2013, y que para el organismo regulador es fruto de una mejora en la confianza sobre la evolución del país y un distensión de los mercados financieros respecto a España.
Desde que se inició la crisis, nuestro país ha pasado por dos etapas recesivas. Una inicial que duró desde mediados de 2008 hasta el final de 2009 y una segunda recesión que comenzó en el tercer trimestre de 2011 y de la que hemos salido ahora.
Pero la vuelta al crecimiento económico no se ha dado solo en España, ya que otros países europeos, como Portugal, Francia o Irlanda salieron de la recesión un trimestre antes que nuestro país.
En lo que no se ven mejoras es en la demanda interna, que se ha reducido un 0,3% respecto al segundo trimestre del año, algo que solo ha podido ser compensado por las exportaciones, que aumentaron un 0,4% en este trimestre.
El Banco de España aprecia una pequeña mejora en el consumo familiar, pero “con todo, el bajo nivel de renta con las contenciones salariales, las todavía desfavorables perspectivas del mercado laboral y el elevado endeudamiento de las familias no permiten prever una recuperación sensible del consumo a corto plazo“.