En lo que a desempleo respecta, éste no descenderá del terrorífico 25% al menos durante los dos próximos años. Y eso no es todo, pues aún con todos los recortes y reformas a las que nos han sometido, el Gobierno consigue a duras penas mantener a raya el déficit: este año llegará al 6,5% del PIB, que si sumamos las ayudas a la banca asciende al 6,8%.
Para Bruselas el déficit en 2014 será del 5,9% y si no se nos ajustan más los cinturones llegará al 6,6% en 2015. Además, el equipo del vicepresidente Olli Rehn toma con bastante prudencia el hecho de que realmente haya retornado a España la inversión extrenajera, por mucho que Bill Gates haya dejado sus migajas en la construcción (FCC). Y no es de extrañar, ya que seguimos sin crédito, la deuda pública no deja de crecer, el paro no baja ni tiene visos en el horizonte de hacerlo, etc.
Eso, sin mencionar que aún se deben cuadrar las cuentas públicas. Para Bruselas, España tendrá que esforzarse aún más en 2014 para conseguir que el déficit sea del 5,8%, o lo que es lo mismo, un nuevo recorte de 7.000 millones de euros… si es que llegamos a cumplir el objetivo de 2013 del 6,5% del PIB.
¿Seguimos cantando victoria?
Imagen: 20minutos