El complejo de ocio Eurovegas no verá iniciar su construcción, como muy pronto hasta 2014. Eso al menos es lo que ha comentado Enrique Ossorio, responsable de Economía de la comunidad de Madrid.
El macroproyecto de Sheldon Adelson, presidente de Las Vegas Sands (LVS), viene acumulando retrasos desde que hace justo un año el magnate estadounidense confirmó la elección de Madrid como sede de su ciudad del juego. Tres meses después se decantó por unos terrenos en Alcorcón y hasta julio de este año no ha concluido los estudios de viabilidad del proyecto.
Pero Adelson necesita financiación, algo que aún no tiene y que explica los retrasos que se están produciendo. La construcción de Eurovegas costará unos 7.600 millones de euros, de los que el millonario norteamericano no va a aportar más de 2.700, el dinero restante deberá ser proporcionado por entidades financieras y actualmente, los terrenos donde piensa construir el complejo todavía no han sido adquiridos por LVS.
Otro de los obstáculos que se está encontrando Eurovegas es la falta de un marco legal atractivo para los usuarios de su megacomplejo de ocio y juego. El gobierno español no está por la labor de permitir fumar en sus instalaciones, saltándose la ley antitabaco, ni de reducir el actual control sobre las ganancias de dinero en los casinos que hay previsto construir. Desde Moncloa solo se afirma que se está trabajando para compatibilizar las propuestas de Adelson con la normativa española.
En materia urbanística las cosas van más adelantadas. La comunidad de Madrid ha creado la figura de los Centros Integrados de Desarrollo, un modelo de negocio que permite a Adelson pagar menos impuestos y que los edificios sean más altos de lo permitido en la actualidad. Al mismo tiempo, el presidente autonómico, Ignacio González, ha presionado a Mariano Rajoy al afirmar que si el magnate norteamericano no tiene un entorno legal favorable, la inversión de Eurovegas corre el riesgo de alejarse de nuestro país.