El Ejecutivo central está valorando la posibilidad de vender un porcentaje de Bankia, que podría ser del 18%, aprovechando el interés internacional por invertir en España, la mejora de la situación de nuestra prima de riesgo y la coyuntural subida bursátil de la entidad financiera. La posible venta se realizaría durante el primer trimestre del año y permitiría al Estado conseguir unos ingresos cifrados en 2.800 millones de euros.
Fuentes del sector financiero e incluso altos cargos del ministerio han señalado que el ministro de Economía, Luis de Guindos, se ha reunido con algunos banqueros para conocer de primera mano su opinión sobre la operación. Preguntando en el ministerio, sus portavoces afirman que “es verdad que se está hablando de ventas parciales en Bankia, pero no hay nada concreto y lo único que ha habido son contactos informales con potenciales inversores que se van a seguir produciendo”.
El propio ministro comentó hace unos días en el Congreso de los Diputados que los ingresos por la venta de Bankia permitirían recuperar el dinero público que ha servido para recapitalizar el sector financiero español.
Una posible venta de la entidad se haría mediante paquetes accionariales que permitan al FROB seguir teniendo el control de Bankia, lo que posibilitaría que el capital del banco pertenezca a instituciones solventes antes de la preceptiva reprivatización, por lo que lo que ahora se está haciendo es realizar “prospecciones de demanda para colocaciones en bloque en busca de instituciones con interés por entrar en el valor, que vean el potencial futuro”.
Actualmente, los inversores institucionales son casi insignificantes en el accionariado de Bankia, ya que Bestinver Gestion posee un 0,1% del total, Henderson Global Investors un 0,22% y Blackrock Institutional Trust un mínimo 0,33%. Por su parte, el Estado español controla el 68,4% de las acciones de Bankia y tiene que desprenderse de ellas, como muy tarde, en 2017.