El Gobierno español, en respuesta a una pregunta del diputado socialista Miguel Ángel Heredia, ha afirmado que no va a reducir el número de festivos nacionales, y que en lo que si está trabajando es en la racionalización de su disfrute, para mejorar la competitividad de nuestras empresas. Heredia había preguntado sobre el impacto que podría tener sobre el turismo la posible reducción de días festivos en nuestro país.
El Ejecutivo viene analizando este asunto desde finales de 2012, cuando Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, comentó que el Gobierno quería pactar con los agentes sociales, la iglesia católica y con los ejecutivos regionales el traslado de los festivos intersemanales al lunes, reduciendo algunos “puentes” y aumentando la eficacia del calendario laboral.
El proyecto debía estar ya realizado para que entrara en vigor durante este año, pero el Ejecutivo central aún está inmerso en los cambios normativos necesarios para estas modificaciones, que incluyen reformar el Estatuto de los Trabajadores y el R.D. 2001/83.
De esta manera, y según dictó el pasado mes de noviembre la Dirección General de Empleo, para el nuevo año solo tres de las nueve fiestas nacionales que son comunes a todo el territorio español caen entre semana.
Estas fiestas son: Año nuevo, el día de Reyes, Viernes Santo, el 1 de mayo, el 15 de Agosto, el día de Todos los Santos, el día de la Constitución, la Inmaculada Concepción y el día de Navidad.
Este año se excluye el 12 de octubre ya que cae en domingo, pero el lunes siguiente Extremadura, Castilla y León, Asturias, Aragón y Andalucía guardarán fiesta.
En nuestro país hay un total de catorce días festivos al año, diez de ellos de carácter nacional, otros dos decididos por las Comunidades Autónomas y los dos últimos por las corporaciones locales.