Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, ha afirmado hoy en el Foro de Davos que habrá malas noticias en relación a los tests de estrés a los que serán sometidos 130 bancos europeos a finales de año, al mismo tiempo que ha confirmado que el sector financiero está en mejor estado que hace un año, aunque quede mucho trabajo aún por el camino.
Dijsselbloem ha comentado que esos resultados permitirán saber el estado real de los activos de cada banco, así como el deterioro que han sufrido esos activos durante la crisis económica.
Para el presidente del Eurogrupo, el BCE debe tener una transparencia total, y no debe plantear estas pruebas como un mero trámite, sino para conocer la situación de cada entidad, en relación con su nivel de riesgo y la calidad de sus activos.
A su lado, el copresidente del Deutsche Bank, Anshu Jain, ha recordado que hace un año Italia estaba a punto de pedir el rescate económico, su prima de riesgo era elevadísima y se debatía sobre el fracaso del euro y la rotura de la Unión Europea.
Jain ha señalado que el paro es demasiado alto en Europa y que el sector financiero sigue sin abrir el grifo del crédito, lo que ralentiza la incipiente recuperación económica.
Por su parte, Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, ha dicho que la reforma financiera de los bancos europeos debe desarrollarse al mismo tiempo que la recuperación.
Rehn ha elogiado las reformas estructurales que han acometido los gobiernos de España y Portugal, y ha avisado de que Francia e Italia tendrán que hacer lo mismo, aunque la existencia de 18 países en la eurozona complica un poco más las cosas, situación que no ha impedido que la economía comunitaria y su política fiscal sea más creíble que antes y los mercados internacionales confíen en Europa a la hora de ubicar aquí sus inversiones.