Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda, ha comentado esta mañana en los pasillos del Congreso de los Diputados que la elevación del mínimo exento del IRPF a 12.000 euros evitará a un millón y medio de españoles tener que realizar la declaración de la renta.
El titular lo había desvelado un rato antes Mariano Rajoy, durante su intervención inicial en el debate sobre el estado de la nación, y permitirá a los mileuristas no pagar el IRPF.
Actualmente, un trabajador que cobre 12.000 euros brutos y que tenga dos hijos a su cargo no está obligado a hacer la declaración anual, mientras que si se trata de una persona soltera sin cargas familiares debería pagar unos 250 euros al año, cantidad que ya se le descuenta mensualmente de su nómina salarial.
Con datos de 2011, los declarantes que podrían acogerse a la medida que aprobará el Gobierno el viernes suponen únicamente un 2% del total recaudado, por lo que el ministerio de Hacienda reducirá sus ingresos en 1.200 millones de euros al año. Una propuesta que beneficiará a muchos, pero con una trascendencia económica muy reducida.
Ahora queda por ver que hay detrás de esta buena noticia para los trabajadores con rentas más bajas, ya que el presidente comentó hace tiempo que la reforma fiscal beneficiará a doce millones de los actuales diecinueve millones de contribuyentes que existen en nuestro país. Desde el propio ministerio ya adelantaron ayer mismo que los 12.000 euros no suponen un mínimo exento puro, sino que “eso está todavía por definir. Queda mucho por delante”.
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