La compra de cualquier bien, ya sea un mueble, un coche o algún tipo de servicio puede hacerse realidad mediante la contratación de un préstamo personal. Se trata de un producto financiero por el que recibiremos una cantidad de dinero, con el compromiso de devolverlo con sus correspondientes intereses en las cuotas que se pacte entre las partes.
La garantía de pago de estos préstamos son, de una forma genérica, los bienes presentes y futuros del adquiriente del bien. En la actualidad, y con la gran penetración que tiene Internet en nuestras vidas, se pueden adquirir vía online este tipo de productos. Para explicar mejor el funcionamiento de estos préstamos, acompañamos el post con una infografia realizada por Creditomovil, una entidad con reconocido prestigio dentro del sector de los créditos rápidos.
El interés es fijado por la entidad que nos presta el dinero y tiende a ser menor cuanto mayores son las garantías de pago del cliente, de tal manera que un posible avalista mejorará las condiciones de pago de dicho préstamo.
Este producto financiero está orientado para ser devuelto a corto plazo, habitualmente menos de un año, y con cantidades relativamente pequeñas. Su interés es fijo o variable, en función de su evolución a lo largo de toda la vida del crédito, incluso hay entidades crediticias que ofrecen un interés cero, rentabilizando su inversión mediante las comisiones.
En nuestro país, este tipo de créditos rápidos online es utilizado por un 17% de los españoles, con una media de edad que se mueve entre los 25 y los 44 años principalmente. Su uso más importante es hacer frente a gastos básicos y habituales como la compra de un vehículo, alguna pequeña reparación doméstica, la adquisición de un electrodoméstico o amortizar deudas en un momento en el que no disponemos de la liquidez necesaria.
El reducido nivel de crédito que otorgan las entidades financieras desde que comenzó la crisis económica, está haciendo que este tipo de producto se afiance en el mercado y gane en presencia, frente a una reducción de los préstamos tradicionales.