Francisco González, presidente de BBVA, recibirá una 5,167 millones de euros como remuneración total con cargo a 2013. Es decir, que experimentará un aumento del 0,96% frente a 2012. Este salario no lo cobrará hasta 2017 tras la modificación en la política de remuneraciones de la entidad y se desglosa de la siguiente manera: 3,5 millones de euros de sueldo fijo y variable en metálico y en 1,6 millones de euros por el bonus que se entregará en acciones.
Por su parte, Ángel Cano, consejero delegado de la misma entidad, cobrará 3,751 millones, un 1,76% más que el año anterior, quien también tendrá que esperar hasta 2017 para cobrarlo en su totalidad. En este caso el desglose es de 2,7 millones euros en metálico (fijo y variable) y 0,99 millones en importe correspondiente a acciones, sin olvidar que en 2009, momento en el que asumió el cargo, recibió un millón de euros para su plan de pensiones, con un valor de 22,7 millones a día de hoy.
Este sistema de pagos y cobros es lo que se conoce como sueldo en diferido. Es decir, el 50% del total de la retribución variable anual será abonado en acciones y el 50% de las remuneraciones se diferirá durante períodos de tres años siguientes a su liquidación.
Así que, ya lo veis, mientras pasamos penuria y hambre, los altos cargos siguen percibiendo millonadas por sus gestiones. Eso sí, en diferido, pobrecitos.
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