Es decir, que tendremos que acoquinar 30.000 millones de euros para conseguir reducir la deuda por debajo del umbral del 60% impuesto por la UE.
En este informe de la OCDE podemos comprobar que tan solo Grecia tendrá que realizar un esfuerzo de ajuste mayor, alcanzando casi el 4%. Por su parte, Francia, Irlanda y Portugal también tendrán que abrocharse los cinturones para reforzar su posición fiscal entre un 3% y un 2% del PIB.
Dado el elevado nivel de deuda existente en Grecia, Italia y Portugal, estos países tendrán que mantener un superávit primario subyacente de más del 5% del PIB durante el periodo de 10 años. España, Bélgica, Francia y Eslovenia deberán ajustarse a un superávit primario subyancente del 2% o superior. Exceptuando Bélgica, ningún país de los mencionados han registrado superávits tan altos en 5 años.
Además, si tenemos en cuenta que la población en vez de crecer envejece, cumplir con las futuras cargas fiscales será aún más difícil, tal y como señala la OCDE.
Imagen: abc