En el día de hoy se han reunido los seis grandes bancos de nuestro país con responsables de alto nivel del ministerio de Fomento y del ministerio de Hacienda.
En dicha reunión, el Ejecutivo español ha propuesto a las entidades financieras acreedoras de las empresas de las diez autopistas de peaje que están en quiebra en España, que acepten una quita de esa deuda para poder plantearse la creación de una empresa pública que integre a todas ellas.
El proyecto supone crear una empresa nacional de autopistas que aglutine a las diez autopistas que a día de hoy no pueden hacer frente a sus deudas. Pero para que esta empresa pública vea la luz los acreedores deben aceptar que solo cobrarán 2.400 millones de euros de los 3.800 millones que se les debe, representando esa rebaja una quita del 36% sobre el total.
La nueva cuantía de la deuda total seria convertida en un bono a 30 años de vencimiento y con una rentabilidad garantizada del 1%. Pero para que esta conversión y el consiguiente plazo de amortización se lleve a la práctica dentro de la operación de nacionalización de las empresas de autopistas, los bancos deberían reducir aún más la quita, hasta dejarla en el 50% de los 3.800 millones actuales.
Los bancos tienen hasta el lunes próximo para analizar la propuesta del Gobierno y decidir si la aceptan, aunque los expertos ya han anticipado que desde las entidades acreedoras se contempla esta propuesta como la menos mala para poder recuperar parte de su dinero, ya que en caso contrario se procedería a la liquidación de las empresas concesionarias de las autopistas de peaje.