Los cambios normativos aprobados ayer por el Gobierno en Consejo de Ministros buscan que el sector financiero español transforme la deuda de empresas que tienen viabilidad por participaciones accionariales, con un volumen económico que alcanzaría los 181.305 millones de euros, cuantía que las entidades bancarias han flexibilizado a las empresas para que estas puedan ir haciendo frente a los pagos con más tranquilidad.
Ahora hay que observar que montante de este dinero es realmente capitalizado ya que Economía ha calculado que se llegaría a un máximo de 150.000 millones, un 82% del total de créditos refinanciados.
Los créditos que más fácilmente serán transformados serán los de las empresas que siguen con problemas a pesar de la refinanciación. La cuantía de estos se calcula en unos 133.000 millones, los cuales y en función de los criterios del Banco de España, se consideran como créditos de dudoso cobro.
Pero este asunto no siempre tuvo la relevancia que tiene ahora. El año pasado, ante la acusación de las agencias de calificación de riesgo, en el sentido de que estas reestructuraciones eran usadas por el sector financiero paro ocultar el nivel real de morosidad, el Banco de España obligó a una revisión de todos estos créditos.
Esta modificación supuso que los créditos normales pasaran del 40% al 26%, mientras que los dudosos pasaron a ser más del 50% de los totales, además de obligar a los bancos a provisionar 5.000 millones de euros adicionales.
Para el tejido empresarial español, es el sector del ladrillo el más interesado en la reforma aprobada ayer, ya que se calcula en un 45%, sobre el total de los créditos refinanciados, los que provienen de empresas promotoras de vivienda.