Las repetidas subidas que ha sufrido la luz en los dos últimos años están teniendo como respuesta la reducción de la potencia contratada y la cancelación del contrato de electricidad en muchas segundas residencias de nuestro país.
La bajada de potencia es una iniciativa surgida de un acuerdo entre 20 asociaciones, de las que destacan Fundación Renovables, Intermon, Greenpeace y Facua. Hasta el momento, 7.200 hogares españoles han solicitado a su empresa suministradora que les reduzca la potencia. La propuesta comenzó en octubre, cuando el ministerio de Industria decidió que la parte fija del recibo podía subir hasta un 70% bimensualmente.
Las asociaciones promotoras de la iniciativa han comentado que cualquier consumo eficiente o ahorro energético se va al traste con un incremento tan alto en el precio de la electricidad. Además, han calculado que si la potencia contratada se reduce en dos puntos, el ahorro anual puede alcanzar los 150 euros.
El otro factor importante en esta reducción de gastos fijos familiares con la electricidad, es el corte del servicio en las segundas residencias, una decisión que está empezando a preocupar en el ministerio de Industria ante la bajada de ingresos que se está produciendo en las arcas públicas. Ante esto, desde el departamento ministerial se ha pedido información a las empresas distribuidoras para conocer quien ha reducido su potencia contratada y quien ha cancelado su contrato de electricidad.
De esta manera, el ahorro es doble, y el Estado nota la reducción de ingresos, ya que se paga menos cantidad por la parte fija del recibo de la luz y cuanto menor es la potencia contratada, la tarifa a pagar también se reduce.
Desde muchas asociaciones de consumidores se está criticando que muchas promociones de viviendas, durante el periodo de burbuja inmobiliaria, dotaban a los inmuebles de demasiada potencia contratada, ya que 5,5 kW es excesivo para consumos razonables y moderados.