Terminamos hoy la serie de posts dedicados a conocer la prima de riesgo. A día de hoy, la prima de riesgo española está en 146 puntos básicos, muy lejos de aquellos terribles 634 que se dieron en el verano de 2012.
La reducción de la prima de riesgo es una buena noticia para la economía española:
- El estado se ahorra dinero para financiarse, algo que a medio plazo reduce el déficit público y evita incrementar la presión fiscal para hacer frente a sus gastos corrientes.
- También evitará al Estado competir con el sector privado a la hora de captar inversores, lo que permite tanto a las personas como a las empresas que puedan pedir créditos a tipos de interés más bajos, dada la mejora del riesgo país.
Pero no es oro todo lo que reluce en la prima de riesgo. La macroeconomía mejora sus datos y a pesar de eso, la banca española, esa banca que fue rescatada con dinero de la Unión Europea, no concede créditos a las empresas y las familias, y en caso de hacerlo los intereses son muy altos.
Además, con una prima de riesgo que ya no es relevante siempre que se mantenga en las condiciones actuales, el déficit público de 2013 fue del 6,6%, un dato terrible que nos hablar de nuevos recortes que aprobará el Ejecutivo español para cumplir las obligaciones dictadas desde Bruselas.
La deuda pública, que antes de la crisis, en 2007, estaba situada en el 37% de nuestro Producto Interior Bruto, ahora es del 96,5%, unos 987.945 millones de euros, un dinero que hay que devolverlo entre todos los españoles.
Por último, está el paro, que comenzó 2007 con 2.082.508 personas inscritas en los Servicios Públicos de Empleo, el 8,47% de la población activa y que ha terminado 2013 con 4.701.338 desempleados “oficiales”, un 26,03%. ¿Acaso este no es un dato que deja muy clara la virulencia de la crisis en las familias y que nos aporta, en estos momentos, mucho más que la prima de riesgo?
Y ante esto, la versión oficial es que estamos bien porque la prima de riesgo ha bajado. Juzgad vosotros.
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