El creciente escepticismo británico hacia la Unión Europea, junto con la reciente decisión de su primer ministro, David Cameron, de votar en contra de la elección de Jean-Claude Juncker como nuevo presidente de la Comisión Europea, han provocado que la Confederación Británica de la Industria ( CBI ), una de las patronales inglesas más importantes, salga en defensa de la permanencia británica en el concierto comunitario.
Desde la CBI se ha relacionado el buen comportamiento de la economía de las islas con la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea, afirmando también que esta situación permite mejorar la competitividad de sus empresas, el crecimiento económico y la creación de empleo.
John Cridland, director general del CBI, ha mostrado el interés de su organización por mantener al Reino Unido en el seno comunitario tras las declaraciones David Camerón, quien afirmó, tras el nombramiento de Jean-Claude Juncker como nuevo jefe del Ejecutivo de la Unión Europea, que ese nombramiento perjudicaría al interés de los ciudadanos británicos de permanecer en la Unión Europea.
Por su parte, John Cridland ha comentado que cualquier alternativa distinta a la permanencia británica en el proyecto europeo no funcionaría bien, ya que obligarían al país a seguir cumpliendo normativas para poder comerciar y negociar con los países de la Unión Europea pero sin ninguna capacidad de influir en las mismas.
El director general de CBI ha señalado que “la Unión Europea es nuestro mayor exportador y continua siendo fundamental para nuestro futuro económico. Nuestra pertenencia apoya empleos, impulsa el crecimiento y aumenta nuestra competitividad internacional”.
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