Paulino Rivero, presidente de Canarias, piensa que el líder del Ejecutivo español quizá no es consciente de la situación que va a generar el comienzo de las prospecciones petrolíferas en el archipiélago y ha definido la relación con Madrid como de •”trato colonialista”, amenazando incluso con romper las relaciones institucionales entre el gobierno autonómico y el central.
Rivero, que considera al ministro de Industria, el también canario José Manuel Soria, como actor intelectual de la autorización a Repsol para que pueda iniciar las prospecciones petrolíferas, no cree que buscar hidrocarburos en aguas canarias sea algo vital para la empresa y que si lo hace es más por presiones desde el ministerio, que al fin y al cabo es el organismo regulador.
El presidente canario, que ha realizado su intervención ante los medios de comunicación junto con los presidentes de los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura, también de Coalición Canaria, rechazó que su gobierno vaya a seguir protestando por esta causa, aunque es previsible que la sociedad canaria si muestre su contundente rechazo a las prospecciones petrolíferas.
El presidente del cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera, ha amenazado a La Caixa, accionista de Repsol, con vetar cualquier tipo de colaboración entre la corporación de la isla y la entidad financiera, ya que el banco se beneficia del negocio que surja de las prospecciones petrolíferas que ha permitido el Gobierno de España.
Rivero, que en ocasiones anteriores había amenazado con convocar un referéndum en las islas en el que los canarios opinaran sobre las prospecciones petrolíferas, ha apostado ahora por la lealtad entre gobiernos y el diálogo, además de señalar que Canarias aún no ha desarrollado la normativa necesaria para llevar a cabo ese proceso consultivo.
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