El IPC del mes de julio ha sido del -0,3%, una situación que no se daba desde marzo de este año y que hace pensar que la tan temida deflación ha llegado para quedarse.
Desde el Gobierno se considera que es una situación meramente transitoria, que relacionan con la inestabilidad de los precios de la electricidad y de algunos alimentos de primera necesidad.
Comisiones Obreras, por su parte, afirma que la deflación es una consecuencia de la reducción salarial que ha propiciado la reforma laboral, por lo que exige incrementos retributivos que tiren de la demanda interna y permitan crear empleo fijo y de calidad.
La UGT critica el empobrecimiento de los trabajadores que ha provocado el Gobierno, una situación que impide el consumo y genera este estado de deflación, coincidiendo en las soluciones con el otro sindicato mayoritario de nuestro país.
Economistas de prestigio como José Carlos Diez señalan que la deflación actual deja claro que la situación económica es mala y que el consumo de las familias es muy débil.
Por el contrario, una publicación digital tan prestigiosa en materia económica como El Blog Salmon comenta que lo que ocurre en España no es más que los resultados de las reformas que ha tenido que acometer el Gobierno, las cuales están funcionando, aunque siempre sea mejor una pequeña inflación que una deflación. En este sentido, defiende la actuación del Ejecutivo central ya que el proyecto que comenzó, al margen de que la ciudadanía lo conozca o no, era mejorar la competitividad de nuestro país, por vía de salarios y precios, algo que estamos alcanzando a día de hoy.
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