Durante el segundo trimestre del año la economía alemana ha reducido su ritmo de crecimiento, según recoge el ministerio de Economía y Energía de aquel país en su informe mensual.
El Ejecutivo germano justifica este descenso de la economía alemana a la debilidad existente en la eurozona y a los acontecimientos geopolíticos, que tienen influencia en el crecimiento económico alemán.
El Gobierno de Berlín señala concretamente a los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo como los causantes de esta ralentización de la economía alemana, que suponen un freno en las operaciones empresariales germanas.
El ministerio de Economía alemán ve más relevante, en el frenazo que está sufriendo la economía alemana, a esta situación de incertidumbre en ambos escenarios geográficos que la sanción rusa a determinados productos comunitarios. Las empresas alemanas ven como se reducen sus pedidos a estas zonas, bajando consecuentemente su producción y sus ingresos, ante un escenario de recuperación industrial aún muy débil.
Buena muestra de ello es que el indicador de confianza económica de Alemania lleva bajando ocho meses seguidos, quedando actualmente en una tasa de 8,6, el peor dato desde diciembre de 2012.
El Ejecutivo alemán no ve riesgos serios en su economía y reitera su confianza en la tendencia al alza que tienen los datos macroeconómicos, aunque reconoce que fuera de sus fronteras, la situación no es la mejor para que la economía alemana mejore sus cifras. En cualquier caso, la estabilidad del mercado laboral germano representa una de las fortalezas más importantes de la economía alemana.
Ahora se espera con interés la publicación, pasado mañana, de Producto Interior Bruto alemán del segundo trimestre de 2014, que parece indicar que será menor que el 0,8% de crecimiento que tuvo la economía alemana en los tres primeros meses del año.
Foto | leecannon