Nos sentamos frente al televisor y vemos cómo Atenas echa humo o cómo la gravedad de la situación italiana ha conseguido incluso quitar de en medio a Il Cavaliere. Nos quedamos atónitos y juzgamos y analizamos la crisis griega, el rescate de Portugal, la situación de Irlanda… Sin embargo, los españoles continuamos saliendo a la calle cada día, con naturalidad, como si nada.
Eso sería fantástico si los datos que se han facilitado a través de todos los medios de comunicación no fueran tan contundentemente lacerantes como para que se esperase, por parte de la ciudadanía, algún tipo de reacción. No puede ser que los griegos estén quemando Grecia o que el déficit obligue a dimitir a Berlusconi y que en España no esté pasando nada.
Y digo que no es normal porque somos el tercer país más pobre de la Unión Europea. Así, como suena, sin paños calientes, sin cataplasma y con terror, porque ese dato da mucho miedo. Sólo Rumanía y Letonia nos superan en este dramático ranking que nos ha desvelado que nueve millones de españoles viven por debajo del umbral de la pobreza, concretamente con menos de 7.500 euros al año, menos de 250 euros al mes.
¿Qué necesita esta España para reaccionar, para tomar medidas, para exigir que se le devuelva cuanto se le ha robado, para poner a los bancos en su sitio, para juzgar a los culpables de esta desgracia, para cambiar unas formas de gobernar que nos están llevando a la ruina más grande jamás conocida?
¿Qué estamos haciendo con nuestros pobres, dónde los están metiendo, por qué no los vemos? ¿Es que no queremos verlos? ¿En eso nos hemos convertido?
La cruda realidad es que en apenas un par de años esta España ha pasado de ser el sueño de los inmigrantes y la octava economía del mundo a ser el culo de Europa. ¿De verdad alguien cree que eso ocurre en sólo un par de años? ¡Qué mal analizamos entonces, cuánto continuamos practicando la caridad en vez de la solidaridad y con qué facilidad estamos intentando ignorar y esconder nuestras miserias!
¡Españoles, que nuestros hijos empiezan a ir al colegio con mantas porque no tienen calefacción o le han cortado la luz a la escuela por falta de pago…! ¿Postguerra civil? No, choriceo y poca vergüenza.
Imagen: Elmundo.es
teutoni says
el capitalismo anglosajon nos está aplastando como una mosca. La geopolitica pactada entre EEUU y Alemania nos reserva un buen uso como camareros y limpiabotas.