Mal día el cristiano Sábado de Gloria para las noticias económicas y no es que el resto del año haya sido mejor, pero tal vez lo único que pueda acabar con la agonía de una Europa echa pedazos, por un sistema económico corrupto y deshumanizado, sea un milagro y en eso lamento decirles que no creo. Mucho menos cuando personas como la directora del FMI nos comunica que Grecia puede que deba abandonar el euro.
Penosa actuación y terrible noticia, porque se ha sangrado a Grecia como en las ahora cotizadísimas películas de vampiros. La sangre de los griegos ha sido exprimida, junto al sudor y las lágrimas de millones de ciudadanos, todos ellos focalizados ahora en el farmacéutico jubilado y suicida, que murió solicitando el levantamiento de los jóvenes en una auténtica revolución y lamentando que no existiesen compañeros a los que seguir con un kalashnikov.
No era el primer griego que se quitaba la vida, frente al maltrato despiadado de las políticas neoliberales. Tampoco ha sido el primer europeo y, sientiéndolo mucho, no parece que vaya a ser el último.
Este parece ser el organigrama más que estructurado de una casta de políticos que gobiernan para ellos mismos, concediendo prebendas a los ricos, amnistía a los delincuentes y pisoteando las cabezas de los ciudadanos. El modelo alemán está venciendo, ya tenemos a un país al que han asesinado, exprimido y del que ya nos empiezan a avisar, por si a alguien le iba a pillar de nuevas, que llega el momento de lanzarlo al vertedero.
Aquí en España, en vez de tomar nota, nuestro ministro de Economía nos adelanta que en cuanto acabe la piadosa semana en la que muchos líderes del PP se han sentido tan caritativos y conmovidos como Mª Dolores de Cospedal, nos toca arrasar con Educación y Sanidad.
Ya falta menos para ser griegos.
Imagen: El nuevo parquet