El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado ya el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) del mes de mayo y en él podemos comprobar que la confianza del consumidor ha subido dos décimas, pero que aún es una de las notas más bajas desde el 2004.
El ICC muestra de manera mensual las expectativas de los consumidores españoles relacionadas con la economía familiar y el empleo, con el fin de anticiparse empresarialmente en sus decisiones de consumo. Nos encontramos rondando los 50 puntos, pero hasta 100 no se considera que los ciudadanos son optimistas con la situación que les rodea y deciden consumir más de lo habitual, según ha subrayado el CIS.
En cuanto a la situación general, los consumidores lo perciben como algo desfavorable y a esto hay que unir el hecho de que no se tienen esperanzas en la creación de empleo y, sin embargo, las expectativas sobre la situación de los hogares aumentaron ocho décimas respecto al mes anterior.
En este último sentido, el incremento se debe, no tanto a una mejora real de sus perspectivas, sino a un descenso en las previsiones de deterioro, es decir, los ciudadanos no creen que la situación empeore, aunque de sobra saben que no es buena.
Un 81,2% de los encuestados piensa que la situación ha empeorado en estos últimos 6 meses y tan solo un 3,9% cree que ha mejorado. El optimismo no es la base sobre la que se asienta el futuro, ya que casi un 60 por ciento espera cambios a peor.
Para elaborar el ICC de este mes se han encuestado a 1.200 personas y de ellas, el 46,5% dice llegar raspando a final de mes y el 32,2% aún puede ahorrar “un poco de dinero” cada mes.