¡Sálvese quien pueda! Ese podría ser el grito si comparásemos nuestra economía con el Titanic, pero… mientras Barak Obama no ha podido ser más claro, al afirmar en la cumbre del G20 que hasta que nuestro país no aclare el rescate no se calmarán los mercados, el presidente Rajoy continúa maravillándonos con esa cara de sorpresa, que ya nos suena a estandarizada, a ensayada, a preparada y con su frase-tipo: ‘Creame usted, si lo supiese se lo diría’ o ‘si fuese verdad, pero es que no lo es’. En todos los casos en que el jefe del Ejecutivo español emplea la artimaña… ¡zas, nos la mete doblada!
Hoy el turno le toca al ministro Montoro. Mientras todos los países nos recuerdan que con el tema del rescate hemos de empezar a llamar ‘al pan, pan y al vino, vino’ y The Daily Telegrah abre con la noticia de que España e Italia serán rescatadas, el titular de Hacienda nos dispara a bocajarro que España no necesita rescate porque está ‘en mejores condiciones’ y, llegados a este punto, no se permiten carcajadas por respeto a las mujeres de los mineros, a los ‘sin papeles’ que dejamos sin asistencia sanitaria, a las familias a las que han embargado sus pisos, a los 5,5 millones de parados, a los estudiantes que no podrán pagar su matrícula, a los sanitarios que deberán atender al triple de enfermos, a los funcionarios de sueldos recortados, a la prima de riesgo que se está convirtiendo en mamá y nos está dando primitos de casi 600 puntos básicos…
Ese España está ‘mejores condiciones’ nos recuerda peligrosamente a aquel ‘España va bien’, de un señor que un día fue presidente de este país y que luego se ha dedicado a dar conferencias ininteligibles para estudiantes americanos que eligen actos facilitos y aburridos que les resten créditos a su graduación. Sí, el mismo con el que creamos, mimamos e hinchamos la burbuja inmobiliaria hasta que nos ha estallado a todos, partiéndonos la cara.