La Comisión Europea ha declarado hoy mismo que si España pidiera el rescate, por el que el Banco Central Europeo compraría parte de su deuda para que los mercados dejaran de elevar los intereses impuestos, se le impondrían las condiciones que ya existen en las recomendaciones de la UE en materia de política económica.
«Las posibles condiciones ligadas a un programa para un Estado miembro que pide asistencia financiera», según ha declarado el portavoz de Asuntos Económicos, Simón O’Connor, «estarán basadas en las recomendaciones por país pero presentadas en un memorándum con objetivos políticos específicos y plazos claros».
Así, la Comisión se ajusta a lo exigido por el BCE en el sentido de que las condiciones «serán estrictas y eficaces» y el Ejecutivo comunitario, además, «está dispuesto a jugar su papel en la supervisión reforzada de estas condiciones», ha insistido el portavoz.
El Gobierno español, por su parte, tiene que presentar el 28 de septiembre un plan nacional de reformas que, aunque se piense que es la antesala de la pedida formal de un rescate, el ministro de Economía, Luis de Guindos, niega que así sea, ya que todavía no se ha decidido la cuestión ni se han marcado unos plazos para llevarlo a cabo.
Este plan que se está preparando recoge ya las últimas reformas acometidas por el Ejecutivo, como la subida del IVA, la supresión de la deducción por vivienda o la corrección del déficit de tarifa. Sin embargo, quedan otras muchas por presentar por Mariano Rajoy y entre ellas se encuentran retrasar la edad de jubilación en línea con la esperanza de vida, mejorar las políticas activas de empleo y coordinar el servicio nacional y autonómico en la búsqueda de empleo o liberalizar las profesiones reguladas.
[…] Gobierno no quiere pedir un segundo rescate y para ello, con el objetivo de no desgastar a Mariano Rajoy durante su mandato y para no imponer […]