A pesar de los esfuerzos que realizan los medios de comunicación ‘oficiales’ y los llamados ‘periodistas a sueldo’, al margen de los ‘obligados’ bajo amenaza de engrosar las listas del paro, las noticias corren que vuelan para quienes estén dispuestos a cazarlas e internet se ha convertido, como en esos países donde la libertad de expresión es una quimera (tan absurda como la empleada por Juan Carlos de Borbón), en la fórmula para sortear una censura que intenta impedir que sepamos cuál es la realidad de España.
No hace falta ser un lince, pero siempre es bienvenida toda esa información que nos debería hacer libres, según se atribuye a uno de esos gurús de la red. En un país en ebullición, encontrar la noticia del momento es algo que tiene que buscar el propio interesado, es decir, el ciudadano.
Más allá de que Carrillo fue el ‘asesino’ de Paracuellos, aunque no existan pruebas de ello y tampoco se haga mención a las purgas y matanzas franquistas contra la bombardeada hasta la extenuación población civil de Madrid, poco más hemos sabido de la España de estos últimos días. ¿Extraño, no? Máxime en un estado al que están destruyendo desde frentes muy distintos, pero siempre bajo lúgubres manos más preocupadas por mantener a salvo sus fortunas y chanchullos que por evitar rescates, desempleo, miseria a los españoles…
En Cataluña, un ‘asuntillo’ relacionado con el pacto fiscal ha mandado al garete las relaciones entre Artur Mas y Mariano Rajoy, quienes a la postre serán los auténticos responsables de que los catalanes quieran decir adiós a una España más rancia que nunca; lástima que de eso no tengamos culpa la mayoría de los españoles. Como tampoco la tienen los catalanes de que su derecha nacionalista quiera utilizarlos para ganar votos.
Aquí la derecha nacionalista española, nos utiliza para salvar sus bancos, engordar sus cuentas corrientes, blindar sus números secretos en paraísos fiscales y venerar a socios de Iñaqui Urdangarín de la talla de Josep Piqué, catalán, del PP y ex ministro de Aznar.
Imagen: La Casa del Arce Rojo/e-Faro