Un poco absurdo resulta que las economías de Europa sigan dejando en manos de las agencias de rating norteamericanas la valoración de la solvencia de los países europeos, máxime cuando fueron precisamente ellas las primeras culpables de ese tremendo ovillo en que se convirtió el tema de las hipotecas subprime y la ruina que desataron sobre el mundo occidental.
Sin embargo, nos hemos acostumbrado a recibir periódicamente la calificación de Moody’s, S&P o Fitch y Europa sigue permitiendo que continúen comportándose como sagrados gurús de la economía y degradando la solvencia de países como España, hasta reducirlas al mismo nivel de confianza que puede suponer la economía de países como Marruecos o Kazakhstan.
Como no podía ser de otra manera, estos movimientos de dudosa honestidad van obedeciendo a lo que se ha dado en llamar ‘la tiranía de los mercados’ y que no es otra cosa que las artimañas especulativas de un sistema corrompido a todos los niveles.
Para demostrar esta teoría nada mejor que el estudio del propio Banco Central Europeo, quien afirma que “existen conflictos de intereses entre los bancos y las agencias de calificación que parecen alterar el proceso de calificación”. “Las agencias de calificación dan calificaciones sistemáticamente mejores a los bancos que proporcionan a la agencia una gran cantidad de negocio por calificar bonos de titulización de activos”.
Hablando en plata: Los clientes de los que obtienen más beneficios, por otros cauces, son mejor puntuados por las dichosas agencias. ¡Hagan juego, pero antes, pasen por caja!
Fuente: El País
Imagen: Patria Grande