Mitad de semana y seguimos con las malas nuevas. Según las previsiones anunciadas hoy por la Comisión Europea (CE), España no cumplirá el objetivo de reducción del déficit. El vicepresidente económico de la CE, Olli Rehn, advierte que “se sitúan muy por encima de los objetivos fijados para ese año”, y que nuestro país deberá rebajar su déficit al 2,8% para cumplir los compromisos pactados.
Rehn deja caer, de buenas maneras, que Madrid “concrete pronto las medidas fiscales” para 2014 (ya sabemos lo que le gusta al Ejecutivo retrasarse en estas cosas), aunque no se ha mencionado sobre si Bruselas exigirá más esfuerzos todavía o si se decantará por dar más tiempo.
Sin determinar aún si el Estado ha tomado pasos efectivos para reducir el desajuste, que han de ser del 6,3% y del 4,5% para este año y 2013, Rehn indica que sólo se fijará tanto en el déficit nominal como en el estructural. Y bueno, en ese sentido y siempre según el vicepresidente económico de la CE, “parecen estar en el buen camino”. Según esta terminología, todo hace pensar que las ayudas a la banca estarán dentro del déficit “nominal” y no “estructural”.
Con la intervención de hoy, lo único que se ha hecho constar es lo que la CE ya advirtió sobre los recortes. Según la CE, nuestro problema es que “una amplia caída de los ingresos, unos pagos de intereses más altos y el aumento de las transferencias sociales casi contrarrestan esas mejoras”. Se vaticina una caída del Producto Interior Bruto (PIB) del 1,4% para este año y el que viene, mientras que el Ejecutivo comunitario previó, el pasado mes de mayo, una caída del PIB de sólo el 0,3 %.
Pero sigue sin pasar nada, que no os confundan los números, porque, según fuentes del Ministerio de Hacienda, el Gobierno insiste en que reducirán el déficit público este año al 7,3 % del PIB. Y en el hipotético caso de llegar al 8% indicado por la CE, la desviación será “de tan sólo siete décimas”… Calderilla vamos, millones y millones y más millones.
Imagen: terra