El Banco Santander va a absorber a sus filiales Banesto y Banif y así se lo ha comunicado la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Tras todo el proceso de integración, que se terminará aproximadamente en mayo de 2013, las marcas Banesto y la de su división de banca privada desaparecerán y solo operarán bajo el grupo Santander.
Con esta operación comercial, la entidad quiere obtener un ahorro de 520 millones de euros de aquí a 2016, ya que se va a intentar cerrar algo más de 700 sucursales en todo en territorio nacional de entre las 4.664 oficinas que poseen Banesto, Banif y Santander.
Con la reducción de oficinas, lógicamente, también habrá una reducción de plantilla que, según Emilio Botín, presidente del grupo, «se producirá de manera progresiva y sin medidas traumáticas», ya que se prevé que parte de la plantilla que se quede sin puesto de trabajo sea reubicada en otras unidades, ya sea en España o en el extranjero.
De todas maneras, la entidad no quiere dar muchos más detalles por ahora de cuál será el volumen real de trabajadores afectados, si bien ya ha señalado que esta medida va a afectar de igual manera a la cúpula directiva de las filiales absorbidas.
A día de hoy, el Banco Santander tiene el control de un 89,74% del capital de Banesto y el resto, que está en manos de pequeños accionistas, será canjeado por títulos en circulación del Santander con una prima del 24,9% sobre su cotización del pasado viernes.