Las desigualdades de renta han alcanzado su nivel más alto en 30 años y esto amenaza la idea misma de clase media que es la base social de la convivencia europea. Se trata de un fenómeno anterior a la crisis, pero que se ha agravado en forma exponencial desde el 2007. Fenómenos como el de los “mileuristas”, anterior al 2007, se prolonga y se extiende con las políticas de flexibilización laboral y precarización de contratos.
Esto es particularmente importante si se piensa en el futuro de la educación y sanidad pública que están comenzando a entrar en el debate. Ángel Gurría, desde la OCDE, recuerda que los recortes no deben afectar a estas áreas; pues se amenaza con ello el “contrato social” europeo.
Pareciera que en este debate sólo importara el umbral de la pobreza, no obstante, no se trata sólo de asegurar ciertas condiciones para que las familias no traspasen dicho umbral; sino especialmente, de asegurar las políticas de redistribución, de manera que la actual crisis económica no desemboque en una crisis social.