Mario Draghi, poniendo como ejemplo España, señala que existe una gran fragmentación en el mercado del crédito, el cual afecta sobre todo a las pequeñas y medianas empresas -vamos, lo que conocemos como pymes- en los países con problemas dentro de la eurozona.
Esta comparecencia ha tenido lugar durante el Comité de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, donde Draghi, además de hacer notar la dificultad para acceder a la financiación dependiendo del país donde se solicite, también ha hecho especial hincapié en el hecho de la dificultad de acceder al mismo para las pymes en diferencia con las grandes empresas dentro del mismo país.
El ejemplo que ha puesto el presidente del BCE es el siguiente: mientras que para una empresa pequeña española la concesión de un crédito está casi 2,3 puntos porcentuales más elevado que para una gran empresa, en Francia este diferencial se reduce a tan solo un punto porcentual. Con lo que la fragmentación financiera queda patente.
Según las declaraciones de Draghi, el BCE lleva tiempo tomando medidas al respecto para lograr mejorar el crédito, como por ejemplo con las inyecciones de liquidez a largo plazo e incluso la aceptación de algo colateral la financiación de préstamos a pymes. Pero no todo puede ser solventado por el BCE, como es el caso de ‘obligar’ a los bancos a prestar dinero a pymes que presentan riesgos (básicamente por no tener clientes).
¿Y cómo va a tener clientes cualquier pyme si todo el dinero va directo a la banca?
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