El Consejo Europeo y el Parlamento comunitario han alcanzado hoy un acuerdo sobre la liquidación de bancos con problemas económicos, que permite seguir avanzando en la unión bancaria y crear un fondo económico de 55.000 millones de euros que será financiado con aportaciones de las propias entidades europeas.
Este pacto permite tener concluido el 66% del proceso, dado que en su momento ya se decidió que el BCE supervisara a todos los bancos de zona euro y ahora solo falta acordar la mutualización de los fondos de garantías de depósitos de cada estado miembro, un asunto al que se niega Alemania.
El acuerdo de hoy permite que sea a los bancos y a sus accionistas a quienes se les repercuta los efectos económicos de futuras crisis, evitando así que los contribuyentes tengan que pagar por una situación que no han generado.
Corien Wortmann-Koll, eurodiputada del Partido Popular Europeo, ha comentado que “esto aumenta la potencia de fuego del fondo y evitará enormes facturas a los contribuyentes, los bancos con problemas deben tratarse en un fin de semana. Hace un año vimos claramente que las extensas negociaciones sobre los bancos chipriotas aumentaron los costes”.
La unión bancaria permitirá que la eurozona deje de tener la actual fragmentación financiera y que la deuda bancaria ya no esté vinculada a la deuda soberana, por lo que las empresas podrán financiarse a un tipo de interés único en toda la zona euro.
Con este compromiso, el Banco Central Europeo podrá cumplir su labor de supervisión única del sector financiero, ya que podía darse la situación de que alguna entidad de la eurozona atravesara problemas importantes de solvencia y el BCE no tuviera competencias suficientes para hacer frente de la situación.