Ahora le toca a Fitch. Por si no teníamos suficiente con el daño causado a la economía europea por los últimos recortes de la norteamericana S&P, tal y como previmos cuando se lanzó el mazazo contra 9 economías de la zona, incluyendo la francesa, Fitch no tardaría en anunciar medidas similares.
Lo han hecho hoy, avisando sobre la bajada de nota de la deuda soberana de Italia y de otras economías de la zona euro, de la que no se librará España. El recorte en la calificación crediticia será confirmado antes de finalizar el mes de enero y todo ello en un día en que el Banco Mundial avisa de que la economía de la Eurozona acabará contrayéndose en tres décimas en el año que se inicia. Unas previsiones muy distintas a las que había anunciado anteriormente y que auguraban un crecimiento de casi el 2%.
La entidad internacional no ha dado esperanzas ni se ha mostrado muy positiva en cuanto a los derroteros por los que la economía mundial divagará en 2012. En el informe elaborado por el Banco Mundial, los países desarrollados deben estar preparados para un nuevo periodo de recesión ya no sólo por la difícil situación de la zona euro, también por las dificultades por la que atraviesan algunas economías emergentes.
Además en su análisis advierten que las previsiones no son definitivas, debido a la inestabilidad del panorama mundial y que los países más débiles deberán analizar sus economías para enfrentarse a más crisis mientras les quede tiempo.
Por su parte el FMI vuelve a pedir dinero. Nada más y nada menos que otro medio billón de dólares que pueda servir de tapón a la crisis europea.
Sólo queda reflexionar, una vez más, sobre para qué sirven todas las medidas y ajustes que se realizan en favor del ahorro y los recortes que, sin duda, lo único que está alentando es la falta de confianza, la especulación y más crisis.
Imagen: Finanzas