El banco central español ha presentado cifras negativas como pronóstico para el presente año. Según la institución, se profundizará en la tendencia a la recesión con un retroceso del 1,5%. Es decir, que la economía española no crecerá y además decrecerá o se contraerá en un 1,5% durante el 2012. Se trata de una cifra elevada, especialmente si junto a ella se observa que le porcentaje de paro, se estima con un alza de algo cercana a los dos puntos llegando al 23,4% el 2012 y al 23.3% el 2013. Los augurios del FMI, son un poco más negros; aunque también han resultado más certeros, y extienden el periodo de recesión para el 2012 y 2013.
Ahora bien, estas cifras son pronósticos elaborados a partir de la proyección de las condiciones actuales y de las posibles líneas de desarrollo de las mismas. Por lo tanto es evidente que no profetizan el futuro; aunque algunas instituciones y economistas parecieran presentar de este modo las cifras. Por el contrario, estas cifras lo que muestran es que de continuar las cosas por el rumbo en que van, estos sería los resultados. Las consecuencias políticas de esto, resultan evidentes: hay que modificar el rumbo. De esto tiene que tomar nota la clase política en general y sobretodo el gobierno. Se impone una modificación del rumbo; pues los costos sociales de dos años más de recesión con estos niveles de desempleo, son la crónica de una muerte anunciada.