Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, comentó ayer, durante el transcurso de una conferencia en el marco del foro portugués “Política monetaria en un contexto económico en evolución“, que el BCE trabaja con la idea de que la inflación se sitúe en tasas del 2% y que para conseguirlo no permitirá que la inflación permanezca demasiado tiempo en niveles inferiores a esa cifra o incluso en negativo.
La conferencia contó con la presencia de líderes internacionales, como Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem o José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea.
La intervención de Mario Draghi se esperaba con gran interés, ya que el presidente del Banco Central Europeo señaló hace unas semanas que la entidad tomaría medidas importantes el mes próximo para evitar el riesgo de deflación en la eurozona y para reducir el valor del euro en los mercados de divisas.
Draghi afirmó que algún tipo de medida preventiva sería aprobada, dada la posible consolidación de una tendencia deflacionista en los países del euro, dadas las previsiones de reducción del crédito y de los precios, principalmente en los países que pasan por dificultades económicas. El presidente del BCE advirtió de que un proceso deflacionista, las empresas y las familias posponen cualquier inversión que tuvieran previsto realizar.
Además, Draghi insistió en que la falta de crédito que existe en algunos países comunitarios, supone un retroceso en sus posibilidades de recuperación, por lo que si las entidades financieras de esos estados no aumentan el flujo crediticio de sus economías, la Unión Europea podría entrar en un camino negativo de incierto futuro.
Foto | INSM