El Ejecutivo de Mariano Rajoy va a tener que negociar con los gobiernos autonómicos para que la reducción del IRPF que recoge la reforma fiscal sea un éxito.
Las comunidades autónomas se quedan con la mitad de la recaudación del IRPF y el ministerio de Hacienda ha calculado que esta se reducirá en 6.000 millones brutos, por lo que desde Madrid se piensa compensar esta pérdida de ingresos mediante la creación de impuestos medioambientales que recibirían los distintos territorios de nuestro país.
IRPF, y pueden crear los tramos que consideren oportunos siempre que estos sean progresivos.
La gran mayoría de las comunidades autónomas han aumentado su tramo de IRPF durante los años de crisis, de tal manera que Andalucía, Asturias o Cataluña tienen un tipo máximo del 56%, mientras que el nacional está fijado en el 52%.
Para intentar que el sistema sea más armónico, el Gobierno ha convocado para el jueves al Consejo de Política Fiscal y Financiera con el objetivo de que la reforma fiscal que entrará en vigor en 2015 esté vinculada a la financiación autonómica.
El ministro de Hacienda quiere aprovechar la reunión para intentar simplificar la gran cantidad de impuestos autonómicos, con más de 70 tipos distintos.
Las comunidades autónomas, además de gestionar el 50% del IRPF, disponen del mismo porcentaje del IVA y un 58% de los impuestos de hidrocarburos, tabaco y alcohol. Desde Moncloa ya se ha dejado claro que no hay intención de incrementar el IVA ni los impuestos especiales, por lo que el único aspecto a discutir en este asunto es el relacionado con el IRPF.
En cuanto al impuesto de sucesiones, el ministerio de Hacienda busca crear una horquilla más uniforme dada la disparidad que existe en las distintas comunidades autónomas. Una situación similar a la del impuesto sobre el Patrimonio, que desaparecerá en 2015 pero desde algunos territorios ya se ha pedido su mantenimiento para no reducir la recaudación, por lo que si el Gobierno les hace caso tendrá que regular los tipos mínimos y máximos a aplicar.
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