El fantasma del hambre ya se ha instalado en el Primer Mundo y la noticia resulta extremadamente alarmante cuando los datos se refieren a un país perteneciente a la Unión Europea. Da igual de cómo vayan las cosas y qué está ocurriendo tras la crisis financiera, pero está claro que las medidas que se están tomando no están sirviendo para nada, si ello significa devolver a los ciudadanos al ambiente de postguerras.
Eso es lo que ya está ocurriendo en Grecia. Mientras al resto de la Eurozona se le debería por lo menos subir los colores, en el país heleno los colegios han comenzado un programa para paliar el hambre y la desnutrición entre sus alumnos. Sí, la noticia es así de dura y ya no se puede mirar para otro lado, está ocurriendo al lado de nuestra casa: Los niños griegos están desfallecidos por el hambre. ¡Los niños griegos pasan hambre! ¡Los niños griegos tienen hambre!
Ya se preguntó al gobierno de este país por este hecho a principios de año, cuando se supo que varios alumnos se habían desmayado por inanición. Los medios de comunicación comenzaron a especular sobre estos volantes canjeables por comida, algo que la ministra de Educación desmintió categóricamente.
Hoy la realidad es la que era y nos trae a la mente el recuerdo de aquellas cartillas de racionamiento. Los vales en los colegios se repartirán entre los alumnos de las familias más castigadas por la crisis y podrán ser cambiados por galletas, leche, cereales, bocadillos y fruta… Ahí están los resultados de los ajustes exigidos por Europa.
Imagen: America.infobae