La reforma bancaria de nuestro país ha tenido un coste, aunque el ministro de Economía dijera en junio de 2012 que los contribuyentes no pagarían un solo euro por ello, de 3.600 euros por habitante. La última muestra de esta contradicción es la reciente venta de Catalunya Banc al BBVA, una entidad que recibió 12.600 millones en ayudas públicas de los que solo se recuperarán 780.
El Banco de España reconoce que el sector financiero español ha recibido más de 61.300 millones de euros en ayudas, aunque el Tribunal de Cuentas eleva esta cifra hasta los 108.000 millones en 2012.
Por su parte, la UGT, que reúne datos del banco malo, el Tesoro Público, el FROB y el Banco de España, cuantifica las ayudas públicas a la banca en 167.460 millones de euros, por lo que si dividimos ese total entre los 46 millones y medio de españoles, cada ciudadano hemos colaborado en el rescate bancario con unos 3.600 euros. De esa cantidad total, el Estado solo ha recuperado 4.472 millones por las privatizaciones de entidades nacionalizadas y se dan por perdidos ya, al menos 26.000 millones de euros.
Ante esto, Luis de Guindos ha señalado que en 2012 nuestro sector financiero no podía financiarse en el extranjero, dada la volatilidad y la incertidumbre en que estaba sumida la economía de nuestro país.
Además, mostró su optimismo por recuperar otra parte de ese dinero por la venta de las participaciones que aún tiene el Estado en los bancos nacionalizados y comentó que este coste ha servido para mejorar la situación de nuestra economía y reducir la prima de riesgo, con lo que esto supone de ahorro en los intereses de la deuda soberana española, cuantificado en 14.000 millones de euros.
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