El Gobierno ha remitido a Bruselas los 22 Programas Operativos (PO) del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) para cuyo desarrollo se destinarán casi 20.000 millones de euros y entre los que destaca por su relevancia el dedicado a la Iniciativa para las Pequeñas y Medianas Empresas, que debido a su carácter multiplicador movilizará al menos 3.200 millones de euros en créditos para las Pymes en los próximos tres años.
España da fin así a la primera fase de la tramitación administrativa con el envío a la Comisión Europea del conjunto de los PO, abriéndose ahora un proceso de diálogo antes de su aprobación definitiva, que se producirá a lo largo de los próximos meses.
Cabe recordar que un Programa Operativo es el documento presentado por cada Estado Miembro, integrado por un conjunto de ejes prioritarios compuestos por medidas plurianuales y para cuya realización puede recurrirse a uno o más Fondos, a uno o más instrumentos financieros, así como al Banco Europeo de Inversiones.
La nueva programación de los Fondos Comunitarios para el próximo período 2014-2020 plantea novedosos retos acordes con la situación económica europea. Los objetivos deben integrarse en los diferentes Fondos del Marco Estratégico Común (MEC) y cada uno de ellos tiene que contribuir a un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. En este nuevo período, el objetivo no es otro que promover la competitividad y la convergencia, reorientando el gasto hacia la investigación y la innovación, el apoyo a las PYME, la calidad de la enseñanza y la formación, el fomento de la calidad en el empleo y la cohesión social y la transición hacia una economía baja en emisiones de carbono que utilice eficazmente los recursos.
Siguiendo las prioridades establecidas a nivel de la Unión Europea, el FEDER concentra sus actuaciones en los 4 objetivos temáticos considerados claves para la consecución de los objetivos de Europa 2020. De esta forma, un 23,6% de la Programación se dedica a potenciar la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación; un 18% a favorecer el paso a una economía baja en carbono en todos los sectores; un 15% se dedica a mejorar la competitividad de las PYME; un 9,8% a mejorar el uso y la calidad de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) y el acceso a las mismas.
Cabe decir al respecto que hay un cambio considerable en el perfil inversor de España financiado con el FEDER, que ha pasado de apoyar mayoritariamente proyectos de infraestructuras a proyectos orientados hacia un nuevo modelo de desarrollo basado en el conocimiento, más innovador y con un uso menos intensivo de los recursos. De esta forma, en esta nueva programación, solo un 10,8 % se dedicará al medio ambiente tradicional, fundamentalmente agua y residuos, y un 12,8% a proyectos de transporte.
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