Érase una vez, en un lugar no muy lejano, un pequeño reino al que durante unos pocos años, los miembros de las familias más influyentes, los hombres de la Justicia, los adinerados del lugar, incluso los parientes de los monarcas, habían hecho creer a buena parte de los súbditos que el país iba bien. Los alegres ciudadanos, absurdamente crédulos e irracionalmente confiados, se dieron a la buena vida y gastaron con alborozo cuanto tenían y no tenían... o eso al menos, les hicieron creer … [Read more...]