La central nuclear de Garoña, situada en la provincia de Burgos, cesará mañana su producción de energía y se desconectará de la red eléctrica española.
Nuclenor, empresa propietaria de la central, ha informado que dicha desconexión se ha decidido dentro del acuerdo de cierre que se firmó hace tiempo y tras un profundo análisis de la repercusión que tendría sobre Nuclenor la Ley de Medidas Fiscales de Sostenibilidad Energética que aprobarán las Cortes Generales la próxima semana.
La empresa hubiera tenido que hacer frente, solo en impuestos, un total de 153 millones de euros en 2013, lo que “incrementarían las actuales pérdidas económicas hasta el punto de llevar a Nuclenor a entrar en causa de disolución y en situación concursal“.
El cierre de la central de Garoña, solo podría evitarse si la ley no entrara en vigor o si lo fuera en términos diferentes de lo previstos, ya que la empresa tiene permiso para mantener las instalaciones en funcionamiento hasta julio de 2013.
La normativa que se va a aprobar está causando cierta repercusión en el sector de la energía nuclear en España, ya que en la central de Almaraz han retrasado la recarga de combustible de su reactor, vinculando esa decisión a la tramitación en sede parlamentaria de la Ley de Medidas Fiscales para la Sostenibilidad Energética.
Por último, Nuclenor, a través de su máximo órgano de dirección, ha querido agradecer el trabajo de la plantilla de la central nuclear de Garoña por “su profesionalidad en el desempeño diario de sus labores” y ha querido dejar claro que la empresa está comprometida con el futuro económico de la zona, que hasta el momento dependía de la central.
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